Me dejo llevar por este deseo impertérrito porque ahora no tengo la fuerza de voluntad suficiente, el estrés,… los exámenes,… los problemas en casa,… la llegada de los hijos,… Pero algún día,…
Siempre hay una excusa que justifique el hecho de no reunir el poder mental necesario para sobreponerme a las exigencias del apetito desbordante. Cada vez que éste taladraba mi cerebro, obligando a mi cuerpo a ceder a sus requerimientos, siempre me decía lo mismo: “esta vez, sí, pero es la última; la próxima, tendré fuerza suficiente para detenerlo”.
Sin embargo, ese momento nunca llegaba. Siempre había un pretexto nuevo que me concedía el “permiso” para ceder. Y comenzaba una nueva tortura. Una y otra vez. “Esta vez, la última”.
La verdad que la bulimia es un monstruo con unos objetivos bien claros y una estrategia perfectamente definida porque aunque somos dos personas distintas, parece que tu blog lo estuviera escribiendo yo describiendo mi enfermedad...también me he jurado convencida después de cada atracón que sería el último pero en cuanto el estómago estaba de nuevo vacío el convencimiento se iba esfumando, me han fallado tantos trucos, algunos tan surrealistas.. en fin la desesperación es lo que tiene.
ResponderEliminarBueno no te aburro más, solo quería decirte que eres muy buena escribiendo y reflejando en palabras este infierno y por eso y porque estoy pasando por lo mismo, te entiendo perfectamente. Te deseo mucha suerte y algún día será una experiencia que contar =)