lunes, 22 de agosto de 2011

Decir que no puedo gobernar mi vida es exagerado:

Mi único problema es el peso. Lo demás sucede por culpa de otras personas. Yo puedo con ello. En realidad, yo puedo con todo.
¿Qué mi vida es “ingobernable”? ¡Mentira!, ¡Sólo mi peso es indomeñable!

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