Ha llegado el momento desesperado, de convencerme de que nada de lo que yo haga, emprenda, me prometa, me ilusione, acometa,… nada hay que me vaya a ayudar a salir de este círculo vicioso, agobiante, atenazante, aprisionador, encadenante, que no ceja de mantener mordida a su presa, dejándola a merced de las exigencias del monstruo. A estas alturas, me convenzo de que nunca, con la fuerza de voluntad, seré capaz de salir. Lo sé. Eso es cierto.
Necesito ayuda, pero ¿de quién? No hay psicólogo ni psiquiatra en quien crea o confíe. Además, los de la Seguridad Social no tienen citas, hay que aguardar una lista de espera inmensa. Los privados son muy caros, y no me llega. Y aún más, no tengo confianza en sus métodos pastilla-derivados. Entonces, ¿Quién me puede ayudar? ¿Dónde lo busco? ¿Qué me propone la Comunidad? Es lo único a lo que me puedo agarrar.
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